Esta perspectiva nos ayuda a establecer cuáles son los contenidos que el alumno ha de asimilar para convertirse en un miembro activo de la sociedad cuando sea adulto.
El análisis sociológico es fundamental porque nos orienta acerca de la manera de elaborar el currículum para que no se produzca una ruptura o disociación entre actividades escolares y extraescolares. La enseñanza no puede limitarse a una cuestión técnica sino que implica una reflexión más amplia sobre:
- El concepto de educación y de enseñanza escolar.
- El papel de ésta en el seno de la sociedad.
La manera como entendamos el conocimiento escolar condicionará nuestra tarea como profesores.
El autor A. Perez distingue tres tipos de conocimientos: científico, vulgar y académico.
Todos los niños, de manera espontánea e informal van asimilando y desarrollando conductas adaptadas al contexto que encuentran mediante estrategias específicas de percepción, de investigación y de asociación cognitiva de conocimientos. Este esfuerzo está sometido a muchos errores y no se forman estrategias eficaces de investigación. Lo que da como resultado un conocimiento vulgar y empírico, se trata de un conocimiento deformado de la realidad.
Es imprescindible establecer un puente que una el conocimiento vulgar (punto de partida) y el conocimiento científico (referente final). Este puente es lo que se ha denominado conocimiento académico.
El enfoque curricular de la Reforma del Sistema Educativo plantea en términos de capacidades y aprendizajes funcionales que se debe conseguir. También hace referencia a todos los ámbitos de la persona (cognoscitivo, afectivo- social y psicomotor) y a ampliar la concepción a partir del conocimiento vulgar.